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En Andalucía, el otoño y el invierno marcan un momento clave para el campo. Los agricultores aprovechan estas estaciones para sembrar cereales y forrajes, cultivos que no solo alimentan a la población, sino que también sostienen a la ganadería y contribuyen a mejorar la fertilidad del suelo.

En TRIFERSA te contamos cuáles son los principales cultivos de esta temporada, cómo se siembran, qué cuidados requieren y por qué son esenciales para la agricultura andaluza.

Los cereales más sembrados

Entre los cereales destacan el trigo, la cebada, la avena y el centeno:

El trigo puede ser duro o blando según su uso: el trigo duro se destina principalmente a pasta, mientras que el blando se utiliza en panificación y bollería. Se siembra entre noviembre y diciembre a una profundidad de 3 a 6 centímetros. Para un buen desarrollo, es necesario aplicar abonados con nitrógeno, controlar las malas hierbas en los primeros estadios y vigilar posibles plagas como pulgones y enfermedades como la roya.

La cebada es más rústica y resistente a la sequía, y tiene dos destinos principales: cebada cervecera para la elaboración de cerveza y cebada forrajera como alimento para el ganado. Su siembra se realiza entre finales de octubre y diciembre. Aunque requiere menos fertilización que el trigo, conviene mantener control sobre malas hierbas y plagas, especialmente pulgones.

La avena, muy apreciada como forraje, se adapta a suelos pobres y húmedos y resiste bajas temperaturas. Se siembra entre noviembre y enero y se suele combinar con veza para producir forraje de alta calidad. Por su parte, el centeno es el cereal más resistente a climas fríos y suelos de baja calidad. Aunque su uso para consumo humano es limitado, resulta muy útil como forraje y se siembra entre noviembre y diciembre, requiriendo mínima fertilización y mostrando gran tolerancia a plagas y enfermedades.

Forrajes clave para la ganadería.

Los forrajes alimentan al ganado y mejoran la fertilidad del suelo. Entre los más destacados en Andalucía están:

Veza: Leguminosa rica en proteínas, se siembra de noviembre a enero, suele mezclarse con avena o cebada y regenera el suelo al fijar nitrógeno.

Alfalfa: El “rey de los forrajes”, perenne de 4-5 años, ideal en regadío, permite hasta 7-8 cortes anuales.

Tréboles: Varias especies que aportan proteína y mejoran el suelo; se siembran en otoño-invierno, a menudo en mezcla con gramíneas.

Ray-grass: Gramínea de crecimiento rápido, se siembra en otoño y requiere nitrógeno; muy usada para pastoreo y heno, de gran valor en ganaderías lecheras.

Para lograr una buena campaña de cereales y forrajes es fundamental rotar los cultivos para mantener la fertilidad del suelo, elegir el momento de siembra más adecuado, preparar bien la tierra, aplicar un abonado equilibrado y estar atentos a plagas y enfermedades desde el principio.

Desde TRIFERSA, te animamos a seguir apostando por estos cultivos y a poner en práctica buenas técnicas agrícolas. Cada siembra responsable es una inversión en la vida y en la sostenibilidad del campo andaluz.

¿Tienes dudas o necesitas apoyo en tus cultivos?

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