El agua es uno de los recursos más valiosos y limitados en la agricultura moderna. Una gestión eficiente no solo garantiza el buen desarrollo del cultivo, sino que también contribuye al ahorro económico y a la sostenibilidad ambiental. Por eso, elegir el sistema de riego agrícola adecuado es una decisión clave para obtener el máximo rendimiento con el menor consumo posible.
En Trifersa, con más de cinco décadas de experiencia en soluciones agrícolas, ayudamos a los productores a diseñar e implementar sistemas de riego adaptados a cada tipo de suelo, cultivo y clima. En este artículo te explicamos los principales sistemas de riego, sus ventajas y cómo elegir el más eficiente para tu explotación.
Importancia de un sistema de riego eficiente
Elegir correctamente el sistema de riego permite optimizar los recursos hídricos, mejorar la absorción de nutrientes, reducir pérdidas por evaporación y prevenir enfermedades asociadas al exceso o déficit de agua. Además, un sistema bien planificado ayuda a mantener la humedad uniforme en el suelo, favoreciendo un crecimiento equilibrado y sostenible del cultivo.
Tipos de sistemas de riego agrícola
Riego por goteo:
Es el método más eficiente y extendido en la agricultura moderna. Distribuye el agua gota a gota directamente sobre las raíces, logrando un aprovechamiento de hasta un 95 %. Reduce pérdidas por evaporación, permite aplicar fertilizantes disueltos (fertirrigación) y se adapta bien a terrenos con pendiente o con escasez de agua. Es ideal para olivar, viña, frutales, hortícolas e invernaderos, aunque requiere mantenimiento periódico y una inversión inicial algo mayor.
Riego por aspersión:
Simula la lluvia mediante aspersores que pulverizan el agua a presión, ofreciendo buena uniformidad en parcelas grandes y mejorando el microclima del cultivo. Es recomendable para cereales, praderas y cultivos extensivos, aunque tiene menor eficiencia que el goteo y puede verse afectado por el viento o la presión irregular.
Microaspersión:
Versión más precisa del riego por aspersión, muy usada en cultivos sensibles o con menor demanda de agua. Permite una aplicación suave, evita la compactación del suelo y mantiene la humedad constante, por lo que es ideal para viveros, cítricos, frutales jóvenes y ornamentales. Requiere buen filtrado y mantenimiento para evitar obstrucciones o aparición de algas.
Riego subterráneo:
Distribuye el agua mediante tuberías enterradas cerca de las raíces, evitando pérdidas por evaporación y facilitando el trabajo con maquinaria agrícola. Favorece un desarrollo radicular profundo y se usa sobre todo en cultivos permanentes o de alto valor como viña, frutales y cítricos. Su instalación es más costosa y requiere una puesta a punto técnica especializada.
Cómo elegir el sistema más adecuado
No existe un sistema de riego universal; la elección depende de distintos factores. El tipo de suelo es determinante: los arenosos retienen poca agua y se benefician del goteo o del riego subterráneo, mientras que los arcillosos, más densos, suelen funcionar mejor con aspersión o microaspersión. El tipo de cultivo también influye: los leñosos como el olivo o la vid se adaptan mejor al goteo, mientras que los cultivos extensivos como el maíz o el trigo aprovechan mejor la aspersión.
Otros aspectos a considerar son la disponibilidad de agua, la topografía del terreno y el presupuesto. Si el agua es limitada, el riego localizado es la mejor opción; si el terreno es muy plano, puede aprovecharse la aspersión. Evaluar correctamente estas variables es esencial para lograr eficiencia, sostenibilidad y rentabilidad a largo plazo.
Eficiencia y sostenibilidad: el futuro del riego agrícola
El futuro del campo pasa por la optimización de los recursos. Incorporar tecnologías como sensores de humedad, automatización y sistemas de fertirrigación inteligente permite aprovechar cada gota de agua y reducir el impacto ambiental. En Trifersa, desarrollamos proyectos de riego agrícola personalizados que combinan tecnología, ahorro y asesoramiento técnico especializado, garantizando resultados duraderos y sostenibles.
Un sistema de riego eficiente es una inversión en productividad, sostenibilidad y futuro. Analizar las características del terreno, las necesidades del cultivo y la disponibilidad de agua es clave para tomar la decisión correcta.
En Trifersa te ayudamos a diseñar, instalar y mantener el sistema de riego más eficiente para tu explotación agrícola, adaptado a tus objetivos y condiciones.
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